Si se trabaja y existe constancia siempre hay recompensas. Esta última frase describe a cabalidad el esfuerzo que ha hecho el jardinero Diego Rincones para volver al sistema de ligas menores luego de haber elegido la agencia libre el pasado 10 de noviembre. El poderoso bateador firmó contrato de ligas menores con la organización de Tigres de Detroit para la próxima campaña.
Era evidente que iba a conseguir contrato. No solo por lo que está haciendo esta campaña en la pelota venezolana, sino también lo que pudo demostrar con los Gigantes en seis temporadas en ligas menores. De por vida en el sistema de béisbol estadounidense tomó 1700 turnos, pegó 482 indiscutibles, sacó 44 pelotas del parque, impulsó 258 carreras para dejar un promedio al bate .284 en dicho periplo.
Su llegada tiene un trasfondo y sus elementos tiene dos vertientes: Scott Harris y Bravos de Margarita. En principio, el ahora nuevo presidente de operaciones de Detroit perteneció durante siete años a San Francisco y conoce las cualidades del jardinero derecho. Por otra parte, y como segundo punto, la gran campaña en la pelota invernal fue un aviso para la dirigencia de los felinos y facilita tomar una decisión para contar con los servicios del bolivarense.
Rincones tiene una temporada regular con promedio al bate de .338 con 47 hits, dos dobletes, un triple, siete cuadrangulares y 42 carreras impulsadas en tan solo 40 duelos disputados. Su buen inicio de campaña bastó para ser invitado a su primer Jonrón Pepsi que reúne a los bateadores de mayor poder del béisbol venezolano, e incluso es tercero en la liga en dicho departamento.
