Quien abre el periódico de hoy y ve que Dodgers de Los Angeles se llevó la Serie Divisional 3-1 pensará que fue trámite. Nada más alejado de la realidad. Una jugada fue clave para que Phillies Philadelphia se quedara sin aire y los californianos sigan camino al bicampeonato.
El nuevo formato hizo que los de LA tuvieran que pasar primero por la Serie del Comodín, pero eso no les quitó el favoritismo que tienen por roster y por ser los vigentes campeones.
Dodgers de Los Angeles fue guiado por sus lanzadores. Shohei Ohtani, Blake Snell y Tyler Glasnow se combinaron para 18 entradas de tres carreras (todas permitidas por el japonés), seis hits y 27 ponches para maniatar a la difícil toletería de Philly.
Yoshinobu Yamamoto fue el único abridor que tropezó al recibir tres rayitas en cuatro capítulos en el tercero de la serie. Ese duelo sería el único que ganaría Philadelphia.
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Los baluartes ofensivos cambiaron y es justamente esa la ventaja que tiene sobre el resto la novena de Dave Roberts. Cualquiera te puede hacer daño. En el primer careo Teoscar Hernández se erigió como la figura con jonrón de tres carreras.
Enrique Hernández, Will Smith y Shohei Ohtani fueron oportunos en un innings del segundo compromiso y en cuarto Mookie Betts con su paciencia igualó las acciones y terminó siendo figura Orion Kerkering, relevista de Phillies, con ese error que quedará por siempre en su memoria.
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De esta manera, Dodgers de Los Angeles se mantienen cumpliendo con las expectativas. Teniendo un roster completo en todo el sentido de la palabra, ahora esperan por Cerveceros de Milwaukee o Cachorros de Chicago en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
