Los Tiburones de La Guaira están viviendo un comienzo regular en la zafra 25-26 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Al momento de estas líneas, los dirigidos por Gregorio Petit tienen registro de 3 victorias y 3 derrotas para ubicarse en el medio de la tabla de posiciones.
Según esa foja y el rendimiento colectivo del equipo, las victorias parecen haber llegado por la buena ofensiva y las derrotas se han sumado por la modesta actuación de sus lanzadores.
Tiburones ha ganado a punta de batazos. Son el único equipo con 40+ carreras (46) y 70+ hits (71) en el torneo. Su promedio ofensivo exhibe un peligroso .327 (líderes). Además encabezan los departamentos de jonrones (8) e impulsadas (43). En el argot del beisbol: en Tiburones batea hasta el perro.
Pero bien lo dicen los analistas de la pelota: el juego es picheo y en La Guaira, no hay.
En los primeros seis juegos de la temporada, los brazos escualos presentan una abultada efectividad de 7.44 que se divide con 6.75 de sus abridores y 7.98 del relevo.
Estadísticas preocupantes para un equipo que desea competir. Aunque hasta este punto corto del torneo, la ofensiva ha hecho el trabajo y una cosa ha tapado a la otra.
Sin embargo, es tan buena su ofensiva, que en algún momento y por naturaleza debería bajar su producción. Si el picheo no endereza, las preocupaciones llegarán al club house de la derecha del parque de la UCV.
De momento, el equipo está a tiempo de realizar los ajustes necesarios. Tras una semana y media de acción, están en el cuarto lugar de la tabla (3-3) a solo dos juegos del primer lugar.

